Si hablamos de Roma, hablamos del Coliseo. Esta colosal estructura de la antigüedad que es elegida como uno de los símbolos del mundo antiguo fue construido para dejar claro algo al mundo entero: La Ciudad Eterna reinaba sobre todos. El Coliseo (o anfiteatro Flavio como se denominó por su fundador) es el mayor edificio construido para producir las famosas luchas de fieras contra gladiadores romanos y prisioneros...
Hablar del Foro Romano es hablar del corazón del
Imperio. Es probablemente con el ágora ateniense la zona arqueológica
más importante de las grandes capitales del mundo. Era, efectivamente
el eje de toda la vida pública romana. Fue levantado tras la limpieza
del valle pantanoso que se ubicaba entre el Palatino y el Campidoglio
hace 2.700 años
En el foro se desarrollaban las actividades políticas, religiosas y
comerciales de la...
El Panteón de Roma quizás sea una de las obras maestras más singulares de la arquitectura, fue realizado en la época del glorioso emperador Adriano allá por el siglo II d. C. como templo dedicado a la gran cantidad de dioses paganos de antaño. Luego, a comienzos del siglo VII Foca, el emperador de Oriente lo donó al papa Bonifacio IV que lo reconvirtió en una iglesia en donde la...
Hay que llegar a ella para apreciarla, ya que el efecto de la Fontana de Trevi no se nota de a poco, ya que todas las calles que nos llevan a ella son cerradas y no nos permiten adivinar su majestuosidad. Pensada en el siglo XVIII por Nicola Salvi y realizada en un lapso de 30 años, la Fontana es una alegoría a la exaltación del agua en todos...
La plaza de España es el centro de la zona de mayor nivel y elegancia de toda Roma. Siempre funcionó como un lugar de encuentro y de agitada vida diurna y nocturna, no solamente para los romanos, sino también para los turistas y artistas extranjeros, que solían ubicarse en los cuantiosos hoteles y hostales que brotan de las calles de la zona.
La Plaza de Venecia es fiel representante del estilo
arquitectónico de finales del siglo XIX y principios del XX. Para
realizar monumentos tan grandiosos como el de Víctor Manuel II hubo que
destruir buena parte de la Roma medieval. Esta es la plaza desde la
cual Mussolinni se extasiaba con sus interminables discursos, motivo
por el cual entra merecidamente en la historia de Roma.